Como en el habla, la velocidad para signar depende de cada persona: algunas personas signan con más tranquilidad y otras a mucha velocidad. La velocidad del habla normal en los idiomas orales suele estar entre las 160 y las 200 palabras por minuto, y la velocidad del signado puede ser la misma.
¿Hay que signar a esa velocidad? Tienes que tener en consideración que la velocidad de la producción signada al estar aprendiendo lengua de signos está limitada por muchos factores, al igual que ocurre con cualquier idioma oral, entre ellos la fluidez y la habilidad para construir las oraciones de forma espontánea. A medida que se aprende, esta velocidad irá aumentando.
Como curiosidad, en este vídeo puedes ver algunos récords Guinness de la lengua de signos, entre ellos, el dactilológico más rápido del mundo.