Si no tienes ningún conocimiento previo de lengua de signos, el nivel básico para empezar es el A1.
En cualquier curso de idiomas que siga el Marco Europeo de Referencia para las Lenguas, el orden es este: A1, A2, B1, B2, C1 y C2. Cada nivel implica un nivel de competencia lingüística y comunicativa superior al anterior, por lo que es necesario cursar primero el A1, luego el A2 y así sucesivamente.